Grabado Theodore de Bry. Siglo XVI.
El problema de la “raza” como unidad analítica es una herramienta más que útil, casi imprescindible, para visualizar la historia de Colombia, esto en dos campos temporales; uno el actual (desde la Constitución de 1991) el cual establece una supuesta realidad de pluralidad étnica y cultural; y dos, la génesis del país mismo, génesis que no se remite al momento de la creación de la republica sino que se remonta tres siglos atrás, tiempo en el cual el problema de la raza cruza transversalmente la historia colonial aunque no de una manera uniforme.
En pos de rescatar las intenciones braudelianas de la larga duración el proceso histórico del “racismo colonial” puede verse inclusive más atrás, no en el mundo indígena sino en el mundo ibérico precolonial, este proceso histórico también nos llega muy cerca de nuestra contemporaneidad, lo cual hace del “racismo colonial” una constante informe en gran parte de la historia de estas tierras, llámese como se llame.
El objetivo de este ensayo no es otro que el de intentar ver, en diferentes momentos, el “racismo colonial” desde sus antecedentes hasta los cambios introducidos por las Reformas Borbónicas (primer campanazo del cambio de pensamiento que traerá la ilustración en el continente), no pretendo hacer una historia del racismo en la colonia, mi cometido es hacer un paneo en busca de un proceso de larga duración que permita arrojar a modo de conclusión las características fundamentales que a mi modo de ver tiene este “racismo colonial” en especial en el territorio colombiano.
Raza palabra, raza concepto.
Cabe advertir, siguiendo con las limitaciones de este texto, que no pretendo involucrarme en el debate sobre la definición del concepto de raza o racismo. Sin embargo vale la pena aclarar mi convencimiento que el dicho concepto puede tener una operancia sin que la palabra sea enunciada, y en viceversa la palabra puede ser enunciada sin que el concepto opere, tal como sostienen Restrepo y Arias de la mano de Trouillot. Lo cual quiere decir que las prácticas operativas del racismo pueden presentarse sin que sean denominadas como tal.
Antecedentes
Un antecedente, según las argumentaciones del derecho, no equivale a una causa, me explico; cuando una persona comete un crimen lo verdaderamente importante no son los antecedentes que tenga el individuo, pues lo verdaderamente relevante son las causas (o pistas) que lleven a deducir que el individuo cometió el crimen. Este concepto se podría trasladar al racismo, con el fin de no observar los procesos raciales como líneas rectas en el tiempo:
“Como los rizomas, las capas de significado tienen rupturas, representas multiplicidades, tienen diferentes dimensiones y pueden representar unidades, abiertas o cerradas, con una existencia propia”
Con esta conclusión, de visión rizomatica, Hering ve la posibilidad de cuestionar “el racismo como un proceso lineal (De limpieza al holocausto)”. Este modelo de interpretación, sin embargo, no pretende tampoco ver los fenómenos de racismo de manera aislada y sin conexión alguna, ya que de alguna manera el antecedente algo deja, algo cambia. Si bien no hay unidireccionalidad el antecedente ayuda a propiciar la continuación de los conceptos.
Luego de complicad aclaración me remito a los antecedentes.
En primer lugar la Limpieza de Sangre, esta ópera, según Hering, desde tres órdenes; el normativo, el social y el discursivo, estos ordenes se imponían para alejar a los cristianos nuevos (moriscos y judeoconversos) de los cargos de poder en la España del s. XV. Como lo aclara el mismo Hering el sistema de “limpieza de sangre” después se impondrá a mulatos, mestizos, tercerones y cuarterones. Castro-Gómez también apunta que la Limpieza de sangre “operó como un discurso hegemónico en la Nueva Granada colonial”
Este antecedente tiene, como veremos más adelante, algunas variantes que se aplicaran en América, las cuales son los dichos tres órdenes de análisis, por un lado se genera un sistema normativo, que en el caso americano se basará en un discurso teológico, lo cual se reflejará en una serie de prácticas reales sociales de discriminación.
El otro gran antecedente es un gran hito de la historia española, y será el que marcara el devenir histórico de dicha nación e imperio, no es otra que la famosa Reconquista. Este proceso que constituye la piedra angular de la unificación de la heterogénea península, sin embargo más que los hechos políticos la Reconquista ejercen una gran influencia en el modelo de pensamiento español, es el inicio de una larga historia de canciones de caballería que tendrá uno de sus escenarios en el nuevo mundo.
Esta cultura caballeresca vera como objetivos el prestigio y la hazaña ejemplarizante, por encima del lucro progresista, también la condición guerrera de aquellos conquistadores los mostrara renuentes al trabajo físico, ese tipo de labores las desprecian ya que ellos hallan su honor en el batallar, incluso se proyectara al moro en el indígena. Los oficios que consideran viles fueron hechos por los musulmanes y judíos que absorbidos en el embate militar quedaron en medio de una sociedad que los discriminaba pero que los usaba para acentuar su jerarquización, como sostiene Guillen:
“La población cristiana es, de este modo, un grupo privilegiado que ha ganado con la fuerza militar dominio y primacía (…) un grupo de hombres libres que, desde el rey hasta el simple labrador plebeyo, tienden a considerar el trabajo manual (…) como <>, oficios <>”
Este argumento servirá para que en los primeros años de conquista se acentué sobre los indígenas el concepto de macula que lo relaciona directamente con la tierra a través de la diferenciación del trabajo y el ocio. Sobre esto también señala Eric R. Wolf, ya en el contexto colonial:
“los premios de la victoria eran fama y fortuna y ambos dependían, se pensaba, del trabajo de las poblaciones nativas. A esto se debió que la nueva sociedad se dividiera desde sus orígenes entre los naturales de la tierra y los españoles”
Estos dos antecedentes, la limpieza de sangre y la Reconquista, serán primordiales una vez se desate un proceso que inicia paulatinamente con la llegada de Colón a América y que desembocara en la construcción de otro desconocido. Dicha construcción estará mediada por la realidad del momento histórico es pañol, es decir; por la consolidación de un reino unificado, la terminación del proceso de Reconquista y una serie de epistemes que combinan la teología y la mitología.
Punto de encuentro
El primer encuentro que se dará entre los dos mundos será mediado por la particular mentalidad de Colón, quien en una mezcla de fascinación, intereses y prejuicios será quien determine las primeras imágenes que se tendrán en Europa de los indígenas del Nuevo Mundo. Este proceso se basara no en un pensamiento de descubrimiento empírico, que plantee verdades según lo hallado, sino a un modelo según el cual los europeos (en especial Colón) adaptan, e incluso imponen, la imagen de lo que encuentran a la imagen de lo que esperaban encontrar. La construcción de ese Otro se dará a partir de un modelo dicotómico de positivo - negativo “Su negatividad funda la positividad del yo”. Este proceso de negativo - positivo dará dándole al europeo las características positivas, que se simbolizaran en primera medida con lo valiente y lo atlético, lo bello y puro, en contraposición de lo ruin y lo deforma, lo feo e impuro de los indígenas. A los indígenas (en el caso de los Pijaos que estudia Bolaños a través de los escritos de Fray Pedro Simón) se les catalogará como salvajes y barbaros, y algunos (como en el caso de los Carib) se les atribuirá horrores para los ojos europeos como la antropofagia, este tipo de caracterizaciones justificaran la dominación española como una dominación, y exterminio, justa ya fuera por que atacaban a los españoles o por mermaban a aquellos indígenas que apoyaban a los españoles. La catalogación de algunos grupos indígenas como caníbales tendrá objetivos económicamente pragmáticos ya que las primeras legislaciones permitían la esclavización de los indígenas que fuesen caníbales.
Vale la pena mencinar que esta creación de otro salvaje, dieferente al yo civilizado es uno de los modos de operación del racismo, que se caracteriza por este tipo de formación de estereotipos:
En lo que respecta al racismo y a la Xenofobia, el estereotipo es –junto con el prejuicio y el mecanismo del “chivo expiatorio” (o cabeza de turco) –uno de los procedimientos cognitivos que subyace o fundamenta las concepciones, actitudes, creencias y conductas racistas.
Según estos autores el estereotipo es un paso previo al prejuicio y por ende al racismo:
El estereotipo puede ser considerado como paso previo al prejuicio, que a su vez antecede a la discriminación. Se trata de una secuencia que va desde lo cognitivo (Imagen estereotipada), a la actitud (EL juicio previo o preexistente) y de ahí al comportamiento (la conducta discriminatoria)
Lo interesante de este móvil del estereotipo es que no se formula a posteriori del encuentro con el otro, sino que esta fabricado antes del encuentro a partir del dialogo de las fuentes clásicas y los mitos medievales.
La ambigüedad en la visión indígena de los peninsulares, es otra característica ya que algunos grupos fueron idealizados, incluso el mismo Colón llego a sobredimensionarlos, también el teólogo De Las Casas, en pos de su defensa, los sobrevaloro. Sin embargo este proceso tiene una razón más lógica para Amodio, quien argumenta que con la “edenización” vino la catalogación de incapacidad del indígena y luego su “infantilización”, lo cual desembocaría en el dominio y control paternalista característico de todos los monarcas Habsburgo.
Sin embargo, como advierte Jaramillo Uribe, la sociedad de estos primeros años de conquista fue poco estratificada o diferenciada, su argumento es el poblacional, pues según este autor la poca densidad de habitantes no permitió una organización segregacionista.
Pareciera que los españoles, a través de la diferenciación entre civilización y barbarie, que equivale a la demonización de los indígenas debido a sus practicas diferentes a la europeas, logran encontrar la forma de declarar como justa su lucha y dominación de los nativos. Esto generaría un aparente status quo, que como sostiene Foucault:
“El poder político, en esta hipótesis, tiene de hecho el papel de inscribir perpetuamente, a través de una especie de guerra silenciosa, la relación de fuerzas en las instituciones, en las desigualdades económicas, en el lenguaje, hasta en los cuerpos de unos y otros”
Lo que quiere decir que haciendo una guerra constante, declarada como justa, a los grupos indígenas se establece un orden de paz a través de la perpetuidad de las diferencias: “Definir la política como guerra continuada con otros medios significa creer que la política es la sanción y el mantenimiento del desequilibrio de las fuerzas que se manifestaron en la guerra”. Es decir se logra cierto equilibrio momentáneo, que sin embargo, será roto por un fenómeno imprevisto, el del mestizaje.
Mestizaje, desorden y dinamismo
Según Jaramillo, el mestizaje fue la formula que le dio a la rigida sociedad colonial un cierto valor dinámico, valor que para los españoles significo un desbalance en el orden establecido.
Es aquí donde la escolástica, como monopolio de verdad, empieza a mutar de un discurso teológico a uno con tintes biológicos, es en la ya avanzada colonia donde los conceptos de raza y casta nacen como peyorativos de aquellas gentes que no tienen un grado de Limpieza de Sangre aceptable.
Un factor también entraba jugar en las nuevas relaciones de poder, es la llegada del esclavo africano, aquel descendiente de Cam que había caído en esclavitud eterna por su burla ante la desnudes del ebrio Noé, al cual se le pedía estoicismo para aguantar el castigo. La llegada del negro, aparte de ser otro componente social, es la llegada de un nuevo significante según Chávez, y es el significante del Color, significante que se posiciona en el cuerpo mas allá que en las practicas. Este determinante ya no estará sujeto a cambios, si nos guiamos por Hirchman, ya no hay un proceso de etnocentrismo (caracterizado según dicho autor por la posibilidad que hay de aculturización) sino un proceso de racismo (ya las determinantes de los ancestros y de la biología <> no permiten una asimilación cultural), aunque el autor no se refiere a este momento histórico podría ser aplicable tal concepto.
El mestizaje se corresponde con el caos de los modelos establecidos, las combinaciones entre españoles, indígenas y africanos arroja un número mayor de clasificaciones que podrían haber hecho colapsar el sistema establecido ¿Qué solución podrían plantear las clases dominantes españolas? Una vez más la solución está en el discurso.
Lo sucio, la macula, se transmite y se hereda, se crea un cierto determinismo para todo descendiente de africanos, se crea a partir de intrincadas combinaciones un sistema de sociedad de castas “donde blancos y mestizos ocupaban niveles superiores”. El sistema se blinda, sobre todo hacia el siglo XVIII, con un discurso erudito que crea una clasificación de castas de formulas intricadas y medibles, este tipo de discurso encontrara su fundamento en los argumentos de Linneo, Kant y Buffon. La naturalización de este sistema complejo funcionara para perpetuar la diferencia y la exclusión social.
Se establece unos regímenes de verdad que Foucault caracteriza de la siguiente manera:
“Son instrumentos efectivos de formación y de acumulación de saber, son métodos de observación, técnicas de registro, procedimientos de investigación, aparatos de verificación. Todo esto quiere decir que el poder, cuando se ejercita en estos mecanismos sutiles, no puede hacerlo sin formar, organizar y poner en circulación un saber o, más bien, aparatos de saber que no son edificios ideológicos.”
Este tipo de saber encontrara su expresión más científica en los modelos biológicos deterministas de los siglos XVIII y XIX, donde Chávez sitúa el nacimiento del concepto científico de raza. Así el desorden implantado por el mestizaje es ordenado según la aplicación de una verdad impulsada por el entronizamiento de un saber cómo verdadero.
Ideales de igualdad, ideales de Ilustración.
Hacia mediados del siglo XVIII hay un cambio en las políticas imperiales, el relevo de la monarquía Habsburgo por parte de los Borbones no pasara inadvertido en la Nueva Granada. Las ideas ilustradas llegan con el mote de la igualdad, sin embargo esa igualdad no es una igualdad de derechos sino de responsabilidades, el exterminio de los resguardos y sus preferencias fiscales, la orden real de acabar con lenguajes ajenos al castellano. El reino se ve así mismo como una unidad, la Nueva Granada, Perú y la Nueva España se ven como colonias despensas para la manutención de la metrópoli, los criollos que por medio de alianzas familiares habían logrado hacerse con el poder lejos de las ordenes reales son reemplazados por peninsulares: Gran parte de las reformas son aplicadas por Moreno y Escandón, quien a si mismo se verá afectado por las reformas. Se impone un nuevo modo de discriminación, traído a colación por Wulf, es la discriminación según las capacidades, propuesta por la ilustración. El Rey que era la única expresión del derecho u que se había visto burlado por las mafias de familias criollas vuelve a retomar su poder central.
También desde la educación se dará la discriminación, ya que el “trabajo intelectual” siguiendo con las dinámicas del trabajo y el ocio, serán exclusividad de los blancos.
Según Jaramillo, los conflictos entre mestizos y blancos o criollos y chapetones serán los que degeneraran en los procesos de independencia. los fuertes impuestos, el descontento de la población por el control de los monopolios de tabaco y aguardiente formaran en el Socorro el movimiento comunero, este movimiento terminara por mostrar a los peninsulares lo poco confiables que eran los mestizos, casi que es la confirmación de la virulencia de dicha raza impura.
Cabe aclarar que los procesos de racialización no se terminaran con el asenso de los criollos al poder, por el contrario estos se mantendrán por mucho tiempo, incluso en el siglo XX.
Conclusión
Hemos intentado observar un proceso de larga duración, desde la formación del imperio español hasta las reformas borbónicas, dicho proceso nos permitiría deducir ciertas características que podrían definir el “racismo colonial”:
1. El racismo colonial se establece en una relación de poder clara; dicha relación de poder se debe a las ambiciones propias de los españoles medidas por su sistema psicológico de prestigio.
2. Es una clara herramienta con fines económicos y pragmáticos; la permanencia de comunidades coloniales se basaron en la necesidad de barbarizar al indígena para lograr esclavizarlo (discriminación por inclusión en la misma sociedad con fines económicos y de jerarquización). Este principio responde al proceso que Wulf denomina alienación.
3. El racismo se presenta con cierta ambigüedad; no hay una sola imagen transversal del indígena (aunque si del negro) por el contrario es una imagen variante, va desde la categorización como salvaje hasta la edenización, desde el paternalismo religioso hasta la satanización de las costumbres. Esta misma ambigüedad recaerá sobre los descendientes mestizos.
4. Funcionalidad; Según lo planteado por Foucault el racismo colonial se caracteriza por que a través de la guerra se crea una política de staus quo, esto oponiendo los actores sociales, e este caso según las determinantes biológicas entre la gente blanca y las razas.
5. Proceso de largo plazo; el proceso de racismo tiene antecedentes remotos en el tiempo y va mas allá del mismo colonialismo, excede su propio espacio temporal para establecer como una continuidad deforme en la historia.
Estas características son las que se permiten ver en el proceso de “racismo colonial” del país, estas características son variables en el tiempo, ya que cada tipo de racismo es diferente según su dimensión (temporal o espacial) sin embargo están relacionadas de forma ambigua y desordenada entre si, dejando percibir las anteriores constantes de una manera más bien tacita.
Arias, Julio y Restrepo, Eduardo. Historizando raza: propuestas conceptuales y metodológicas. En: Crítica y Emancipación. Año II No. 3, primer semestre, Bogotá. 2010. p. 49.
Wulf D. Hund, Inclusion and exclusion: Dimension of Racism. En: Wiener Zeitschrift zur Geschichte der Neuzeit. Hering Torres, Max y Wolfgang Schmale, 3 Jg. 2003 Innsbruck, pp.16-17.
Bibliografía
Amodio, Emanuele. Formas de Alteridad. Abya-Yala. Quito. 1993.
Arias, Julio y Restrepo, Eduardo. Historizando raza: propuestas conceptuales y metodológicas. En: Crítica y Emancipación. Año II No. 3, primer semestre, Bogotá. 2010.
Bolaños, Álvaro Félix. Barbarie y canibalismo en la retorica Colonial. CEREC, Bogotá. 1994.
Eckert, Georg y Trimborn, Hermann. Guerreros y Caníbales en el valle del Cauca. CESO, Banco Popular. Bogotá. 2002.
Castro-Gómez, Santiago. “Purus ab omnia macula sanguinis, El imaginario colonial de la blancura en la Nueva Granada” En: La Hybris del punto cero. Pontificia Universidad Javeriana, Pensar. Bogotá.
Chávez, María Eugenia. “Color Inferioridad y Esclavización: la invención de la diferencia en los discursos de la colonialidad temprana” En: Afro-reparaciones: Memorias de la esclavitud y justicia reparativa para los negros, afrocolombianos y raizales. Universidad Nacional de Colombia. CES. Bogotá. 2007.
Foucault. La Genealogía del racismo. Colecciones Caronte Ensayos. Altamira. La Plata-Argentina. 1980.
Guillen, Martínez. El Poder Político en Colombia. Planeta. Bogotá. 1996.
Hering, Max. La limpieza de sangre, problemas de interpretación: acercamientos históricos y metodológicos. Texto no publicado.
Hering, Max. Limpieza de Sangre en España, un modelo de interpretación.
Hirchman, Charles. The Origins an demise of the concept of race. En: Population and development Review. Vol. 30. No. 3. Sep. 2004.
Jaramillo Uribe, Jaime. Mestizaje y diferenciación social en el Nuevo Reino de Granada en la segunda mitad del siglo XVIII” En: Ensayos de Historia Social. CESO, Universidad de los andes, Banco de la Republica, Colciencias, Alfa y Omega. Bogotá. 2001.
Malgesini, Graciela y Giménez, Carlos. Guía de conceptos sobre migraciones, racismo e interculturalidad. Catarata. Madrid. 2000
Pietschamn, Horst. El Estado y su evolución al principio de la colonización española de América. Fondo de Cultura Económica de México.
Wolf. Eric. Europa y la gente sin historia. Fondo de cultura económica de México. México. 1982.
Wulf D. Hund, Inclusion and exclusion: Dimension of Racism. En: Wiener Zeitschrift zur Geschichte der Neuzeit. Hering Torres, Max y Wolfgang Schmale, 3 Jg. 2003 Innsbruck.