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5 mar 2011

Sobre "El Gran Diseño" de Stephen Hawking.


Hawking, Stephen y Mlodinow, Leonard. El Gran Diseño. Traducción: David Jou i Mirabent. Editorial Critica, Barcelona – España. 2010. 228pp.


El polémico libro, más que por su contenido por su golpe mediático, es el último del famoso científico Stephen Hawking, en compañía de Mlodinow con quien ya había escrito Brevísima Historia del Tiempo. Del profesor Hawking poco se puede agregar a su ya reputada carrera científica y mediática; Físico teórico de Oxford y doctor del Trinity Hall en Cambridge, Hawking es ingles nacido en 1942, a sus 21 años se le detecta Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)[1], es tal vez el físico con más fama en la actualidad. De Mlodinow habría que decir que es hijo de inmigrantes europeos (sobrevivientes del Holocausto) Es físico y matemático, fue guionista de la Guerra de las Galaxias[2]. Los dos autores comparten su pasión por la Física Teórica fuertemente influenciada por los adelantos expuestos por Richard Feyman, frecuentemente citado en el libro.

El presente best seller es catalogado como un libro de divulgación científica, dirigido a un público amplio, externo al mundo académico científico. Como su titulo lo indica el volumen tiene como objeto descifrar y exponer en su totalidad las teorías viejas y recientes que conduzcan a ilustrar la imagen del universo como tal, desde su creación hasta su funcionamiento “¿Cómo podemos comprender el mundo en el que nos hallamos? ¿Cómo se comporta el universo? ¿Cuál es la naturaleza de la realidad?”(p.11) Son las preguntas que de entrada expone el libro. Sin embargo pretende contestar concretamente tres preguntas: “¿Por qué hay algo en lugar de no haber nada? ¿Por qué existimos? ¿Por qué este conjunto particular de leyes y no otro? (p.16) Preguntas elementales para entender el cómo y el por qué del universo.

Hawking y Mloniow (porque aunque no parezca según los medios, y la caratula, el libro está escrito a cuatro manos) argumentan que para responder a dichas preguntas, en el marco de la Física Teórica, se debe formular una teórica unificada, tan ansiada por los físicos durante todo el siglo XX, que sin embargo no es una única teoría, todo lo contrario es un conjunto de teorías que enmarca los avaneces de esta rama de la física en una gran Teoría M, la cual sería una especie de gran teoría final que respondería a las preguntas esenciales de la humanidad. Dicha teoría, como es de suponerse, no necesitaría el mas mínimo rastro divino ya que a lo que le apunta el libro es a exponer como el universo, y más aun, la multiplicidad de universos fueron creados en esencia de sí mismos, y no por un Creador.

La ansiada Teoría M es desconocida en sí, sin embargo según los autores se tienen las propiedades de esta (p.135), un indicio de cómo debe ser, que no elimina las anteriores formulaciones, todo lo contrario, las agrupa.

Para argumentar tal concepto el libro esta dividió en ocho capítulos, sumado a un glosario (que expresa la voluntad del texto de hacerse entender lo más fácil posible) y un índice onomástico. Imágenes y graficas se insertan en el libro para reforzar conceptos y explicarlos, aunque valga decirlo, harían falta muchísimas graficas más para entender mejor el libro.

Bajo el titulo de El Misterio del Ser se denomina el primer capítulo, que inicia el libro con la ya famosa frase polémica “la filosofía ha muerto” (p.11) lo que nos enuncia que el texto está planteado en términos científicos y no filosóficos. Dicho pequeño capitulo nos muestra la ruta a seguir del libro, los planteamientos del porqué una Teoría M y plantea las preguntas ya citadas.

Las reglas de la ley, nombre del siguiente capítulo, plantea a modo de relato histórico las diferentes etapas de la física desde sus inicios en la jonia helénica, paradójicamente nos muestra los inicios de la disciplina en un marco filosófico. Allí los autores se casan con las escuela determinista jónica, y reniegan en gran medida de los argumentos de Aristóteles y Platón (p.50), por considerarlos acomodados y se podría decir que irracionales, estos dos pilares del cristianismo son desvirtuados por el empirismo de la escuela de Mileto. El libro hasta aquí parecería ser un nuevo Mundo de Sofía, ameno en la lectura y bastante ilustrativo. Llama la atención que de la Grecia clásica se salta, predeciblemente, a Descartes y Newton, quienes según los autores retoman el objetivo de descubrir las leyes de la naturaleza, aunque teniendo a Dios como protagonista. Así los autores empiezan una serie de argumentaciones que buscan ir acumulando teorías en un plano histórico, dichas teorías acumuladas serán agrupadas y ordenadas funcionalmente por la anhelada Teoría M. Planteando las condiciones para una buena teoría única y final, términos como la elegancia, la simplicidad y la efectividad son condiciones que debe cumplir dicho teorema.

Los autores continúan el relato histórico por los avances sobre la comprensión de la realidad, la metáfora del pez en la pecera redonda ilustra las limitaciones de nuestro mundo sensible, y de cómo la física cuántica se convierte en una especie de ciencia antirealista, al asimilar que nuestra comprensión sensible es limitada. En este camino en búsqueda de la teoría unificadora Hawking y Mlondiow resaltan como Einstein y demás físicos del siglo pasado agrupan teorías aparentemente contraías para explicar mejor los fenómenos físicos, como el caso de la luz (onda vs. moléculas) disputa resuella por el termino fotones. Este ejemplo es llamativo ya que los autores que criticaban a Aristóteles por acomodar sus teorías con variantes inexplicables (p.50) ahora argumentan que las teorías físicas se pueden acomodar según el hecho que se desee explicar (p.68), lo cual parecería muy conveniente.

El texto continua explicando mas incisivamente los conceptos de la Física Cuántica, en especial tres hitos que la engloban; las ondas, el principio de incertidumbre y un concepto bastante llamativo para la disciplina histórica (lo llamativo lo explicare mas adelante), el cual dicta que las cosas se modifican con tan solo observarlas; que el observador modifica lo observado, lo cual desarrollaran más en su penúltimo capítulo el libro. Dicho concepto es expuesto en el campo de las ciencias exactas claro está. Valdría la pena decir que de aquí en adelante el libro se inserta en las minucias científicas propias de la disciplina de la física teórica y aun la experimental, dicho detalle argumenta las equivocaciones de la física experimental en comparación de la teórica; un buen ejemplo es el comportamiento de las cosas a niveles macromolecular, de carácter predecible, y micromolecular, completamente impredecible y plantea una las hipótesis de la obra que es la de las múltiples historias que tiene el universo, es decir que no hay un solo pasado. Con estas minucias, no en forma despectivamente enunciadas, lo que se proponen los autores es relativizar las concepciones predeterminadas del universo, dicha relativización es iniciada con las teorías de Einstein y de Maxwell, en especial el concepto del tiempo (vital para la disciplina histórica) es asumido como una cuarta dimensión que no está aislada sino que interactúa con las tres dimensiones espaciales (p.115). Este hilo narrativo se enreda aun más cuando los conceptos dejan atrás a Einstein y caminan por el siglo XX, el problema de la gravedad, vital en la argumentación final del libro, y su relación con el tiempo y el espacio en deformación de estos dos. Las dimensión se multiplican cuando los teóricos de las cuerdas arriban, ya no se habla de cuatro sino de once dimensiones, un concepto tan difícil de asimilar que de explicar.

Los tres capítulos finales son, en mi opinión, los más interesantes del libro, ya que ante el peso del final se apresuran a responder a las tres preguntas finales y concluir las hipótesis formuladas en especial la que tiene que ver con la multiplicidad de universos. Para lo cual se retorna al argumento histórico; la evolución de la ciencia a través del tiempo de mano del pensamiento humano. Inicialmente se creía en una tierra única, luego el universo se amplia y su infinitud es casi comprensible, sin embargo en las últimas décadas esto no es suficiente, el texto muestra como se cuestiona el universo estático, se propone su constante expansión y ahora su exclusividad se pretende derrumbar al decir que hay más de un universo. Este Universo, el nuestro, resulta ser especialmente adecuado para que nos desarrollemos, la argumentación apunta a que por casualidad pero sin ella, la tierra se desarrolla justo en una pequeña franja de vida en el total del sistema solar, los mismos autores inducen a que se piense en la posible voluntad divina para tan afortunado azar, y a decir verdad no dejan una respuesta más satisfactoria que no sea esa. Según la argumentación de dicho capitulo (siete) el hombre contempla el universo desde su perspectiva y lo calcula según su conveniencia, según él cuando y el cómo se dan las condiciones necesarias para un mundo lleno de carbono y por ello de vida, con lo cual el texto cuestiona el que el hombre mire el universo como un escenario para su propia existencia (visión claramente expuesta por la teología) sin embargo el capitulo que pretendía responder de manera razonable el porqué del Milagro aparente de la vida nunca nos da una respuesta en sí.

Así los autores cierran el libro con un capítulo titulado El Gran Diseño que pretende ser la conclusión del libro, allí se retoman las tres preguntas iniciales y se plantea que el universo, de la multiplicidad de los que hay o hubo, es en esencia producto de la nada, es decir que es creado por sí mismo, por una fuerza milagrosa conocida como gravedad (p.203). Además de esto se cuestiona el principio del libre albedrio a través de un intrincado juego de ordenador que pretendía por medio de unas leyes impuestas demostrar lo predeterminado pero incomprensible que es la vida, es decir el hombre podría ser previsto a partir de la física y la lógica matemática pero debido a su complejidad no es posible hacerlo por lo cual el libre albedrio es el nombre la incapacidad de calcular el comportamiento humano, respuesta bastante paradójica e incluso floja para una ciencia exacta, es decir el comportamiento humano se podría calcular. El libro que de manera arrogante intenta desde un inicio responder a todo resulta hacia su ocaso en decir que no va a responder nada, dice que algún día la Teoría M será comprobada, pero que aún falta mucho, acepta que no se puede calcular el comportamiento de un conjunto de moléculas, sin embargo se cree calcular el comportamiento del universo, y finaliza con la promesa que el día la añorada teoría se compruebe, hasta ese día “Habremos hallado el Gran Diseño” (p.204). Es decir, el libro es meramente especulativo, lleno de esperanza de que algún día la física encontrara su paraíso perdido que le explicara todo, la anhelada Teoría M.

El libro aporta muchas interrogantes a la disciplina histórica, como lo decía líneas arriba, en especial en cuanto al concepto del tiempo, que visto como una dimensión mas y no como un simple escenario donde se suceden los hechos, nos lleva a pensar en qué medida la visión del tiempo lineal, al estilo Newton, son un inicio y un comienzo puede ser polemizado, ¿esa relatividad del tiempo que plantea la cuántica podría ser planteada en el estudio histórico?

Si todo pasado es deformado por un observador ¿deformamos nosotros el pasado cuando lo observamos? no es difícil encontrar ejemplos en los cuales una visión amainada del pasado ha sido usada como arma en el presente ¿podremos algún día encontrar la historia humana en la forma en que realmente sucedió, o siempre estará relatada según nuestras interpretaciones sin importar el infinito numero de fuentes que encontremos? a decir verdad nunca estaremos presentes en los hechos históricos, solo seremos observadores desde nuestra perspectiva. Así como la física que nos propone el texto, que es una interpretación de las ecuaciones matemáticamente logradas, la historia es una interpretación que se hace a partir de unas fuentes reales ¿pero manipuladas?

El libro que está plagado de sarcasmos y bromas al conocimiento humano del pasado es intransigente en cuanto a su mirada de dicho conocimiento, desvirtúa cualquier tipo de explicación que no sea él mismo, que no sea la ciencia, es el monopolio de la verdad al que la ciencia está acostumbrada, es el ideal de progreso y de evolución lineal en la cual los paradigmas científicos se levantan como verdades irrefutables, todo lo demás es ridiculizado, como claramente se hace al inicio de la mayoría de los capítulos. En este texto vemos a la ciencia en su discurso intrincado, especulativo y teórico levantándose como un nuevo Dios que lo quiere explicar todo.


[1] Stephen Hawking, En: Biografías y vidas. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/hawking.htm consultado: 18 de febrero de 2010.

[2] Leonard Mlodinow. En: Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Leonard_Mlodinow consultado: 18 de febrero de 2010.

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